Ayer me la pasé mirando el techo, con una sensación linda en el pecho, pensando en los trechos (los que se recorren, viven y atraviesan)
Me senté a escribir varias veces, pero las palabras quedaban por la mitad y mis ojos se cerraban de verdad. Así que acá estoy hoy, un poco más descansada y con la cabeza más acomodada.
(últimamente las palabras me riman, me parece voy a intentar escribir poesía jijijuju!)
El domingo «Luz, cámara, acción» cobró vida con 80 alumnos danzarines, pequeños grandes actores y unos invitados cantantes de honor.
No tengo nada más que agradecimiento por este año despampanante, de mucho, de desborde, de encuentros, de consolidación de nuevos grupos y reafirmación de los que venían.
Cada grupo dio lo máximo y se sintió. Tanto trabajo, tanto ensayo, tanta búsqueda de algo más…
Gracias a todos los que ayudaron detrás de escena, gracias por ese video sorpresa tan cariñoso, por las flores y los «soli, soli, soli!» que me dan mucha vergüenza jejeje.
Gracias por poner tanto, de eso se trata. En el Don somos poco calculadores, vamos a trabajar hasta que el cuerpo nos de y siempre con las ganas al dente.
No hay manera de llevar adelante esta tarea (y cualquiera que se quiera hacer bien) si no es con disciplina y amor.
Esos son los rieles por donde transitamos clase a clase y creo que vamos armando un buen camino, los danzarines (de todas las edades) aprenden, disfrutan, progresan y se despliegan. Ayer se subieron al escenario con fuerza, con convicción, como se debe hacer.
El Don está siendo habitado por gente trabajadora, con capacidad de hacer esfuerzos, receptivos y alegres.
Hoy está feliz de tener semejante equipazo y promete darse un descanso para bailar, leer, investigar nueva música, conectarse con cosas que le reactiven la creatividad así los espera con material nuevito y bello en el 2014 :o)
Ayer me reía porque me acordaba que se estaba terminando las función y las danzarinas, varias, venían a decirme «Soli, quiero seguir bailando», «Ay! ¿Lo hacemos otra vez? «¿Qué vamos a hacer el año que viene?» Todo eso, mientras seguía la función.
Me sentí feliz de esa energía descabellada, de ese querer mucho y recordé esta idea de mi querido Ray Bradbury (es un escrito que no tiene desperdicio, pero no lo quiero trascribir todo):
«Hacer es ser. Haber hecho no basta. Abarrotarse de hacer: ése es el juego. Nombrarse a cada hora por lo actuado, medir el tiempo en la hora del crepúsculo y descubrirse en actos imposibles de conocer antes que ocurran (…) de modo que hacer es lo que alumbra; mata la duda por el simple salto, el arrebato, la carrera en pos del yo re-descubierto.
No hacer es morir, o haraganear entre las cosas que acaso se hagan algún día. ¡Fuera con eso! (…) Que el cuerpo guíe a la mente, y que la sangre sea lazarillo. Y tú entrenate y ensaya para encontrar el universo del centro de tu alma sabiendo que ver y estar en movimiento – ¡Hacer es ser! – da siempre resultado»
Hacer es ser…Mejor dicho imposible :o)
¡¡¡Felicitaciones a cada uno de los bailarines y actores, felicitaciones inmensas y desde el alma agradecida!!!