«Ya estoy grande para hacer ballet»
«YA ESTOY GRANDE PARA HACER BALLET»
Al estudio de danzas de la prima de una amiga, de la cuñada de la hermana de mi tía abuela llegó un día un mail que decía algo así: «Hola! ¿Cómo están? Mi nombre es Mariela. Les cuento que siempre quise aprender ballet. Pero nunca me animé. Ahora tengo 35 años y soy mamá de dos nenes… Creo que ya es tarde para mí…»
En el congreso de enseñanza de la danza realizado en Dubai en noviembre de 2016 se confirmó que el 90% de los estudios de danza del mundo (también en marte y júpiter) reciben mails similares al de Mariela.
Es muy común escuchar decir: «Ya estoy grande para hacer ballet». Ese prejuicio que circula tanto, como si el ballet se tratara de una disciplina exclusiva para unicornios. Sólo apta para seres con perfectas condiciones, en la perfecta edad.
¡¡¡ PATRAÑAS !!! ¡¡¡ BLASFEMIAS !!!
En el Don valoramos mucho esta disciplina. Pero no creemos que se trate de algo exclusivo de unos pocos. Hasta coqueteamos con la idea que en los colegios en vez de educación física los chicos deberían tener danza clásica.
La danza clásica te permite entender los principios del movimiento, de dónde sacar la fuerza para girar, para elevar las piernas. Es esa claridad la que la hace tan maravillosa y beneficiosa para todo público. Hiper recomendable para quien desee entender y registrar mejor su cuerpo.
Además estas habilidades adquiridas son transferibles a otras danzas y/o deportes.
Es un entrenamiento que despabila musculatura dormida, aquella que precisamente necesitamos para bailar. La danza clásica te despierta 🙂
¿Acaso hay una edad para despertar? No, cada uno se despierta cuando quiere y puede 🙂
Afuera prejuicios y si tenes ganas, vení y proba con las científicas del Don Coni y/o Sofi, no te vas a arrepentir.